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Memorias digitales:
F. Nietzsche bebe un café cargado y lee algo. No comerá otra cosa...
Es verdad que intentó matar al Dios de la modernidad,
pero entonces cayó desfallecido como todos los demás.
De invitarlo a cenar, una repostería sería el lugar ideal.
Porque mientras saboreas lo dulce de los postres,
a la vez escuchas, atentamente, las verdades más amargas...
Antes de irse susurró:
"El hombre no ha sido creado para ser bueno,
sino para ser grande.
Y la moral, tal como la predican las religiones,
los filósofos decadentes, y los moralistas de salón,
es enemiga de esa grandeza.
La moral mata al superhombre,
ese ser que no necesita leyes externas
porque su voluntad es su ley.
¿No lo ven?
La moral no sirve porque sirve a la cobardía,
porque adormece el instinto creador;
el fuego que debería arder en el espíritu libre.
Porque hace del hombre un animal domesticado,
cuando podría ser un relámpago."
Tras eso, se marchó para jamás volver...
La fama es como una montaña:
Vista desde lejos parece majestuosa,
pero vista desde cerca resulta vertiginosa.
El anonimato te equipa del arma
que golpea tres veces.
No elijo a la fama,
porque ella elige a los más vanidosos.